miércoles, 6 de agosto de 2008

Ensueños y Memoria

Hay veces que cuando despierto imágenes de los sueños que he tenido vienen a mi, pero no como sueños, son algo más, casi podría decir que la sensación que me dejan es que son recuerdos.
Imágenes de sitios y lugares que no debería conocer, tiempos en los que es imposible que estuviese viva... y al despertar me dejan sumida durante unos instantes en la más completa confusión hasta que poco a poco vuelvo a retomar conciencia de donde estoy y quien soy; aunque a veces este último punto no quede del todo muy claro.

Mas de una vez he soñado que era una niña, de unos cuatro o cinco años, y que vivía en una casa decorada al estilo de los años 50/60s; quizá el detalle más nítido de este sueño fuese una silla de dentista que había en una habitación, la silla era de cuero negro, gastado por el uso, y en la bandeja al lado de ella las herramientas llenas de sangre... nunca he tenido que ir al dentista así que no se de donde pudo mi mente sacar eso.
Otro de los sueños que siempre he tenido es ese en el que algo me persigue; supongo que es un sueño de lo más común, el miedo a que algo innombrable te alcance, por eso corres como si el mismísimo Diablo te pisara los talones, sólo que para alguien normal el sueño no es tan peligroso como para mi, por varias razones, la primera es que estoy segura de que si me alcanza en sueños realmente será como si me hubiera cogido el demonio, la segunda... que intentando defenderme para huir puedo terminar prendiendo en llamas algo... no es la primera vez y no será la última me temo.

La última vez que me pasó algo así no era huyendo exactamente de algo sin forma, esa vez, si que tenia forma y cara, un hombre albino acompañado de un lobo blanco; gracias a él, que se metió en mis sueños hasta que me hizo salir de ellos y darme cuenta de que tanto sueño como realidad en esta ocasión si que eran la misma cosa, me encuentro aquí, en este extraño lugar con mas preguntas que respuestas en la cabeza. Cuando estoy asustada o enfadada suelo recurrir al fuego, lo noto salir al exterior desde lo más profundo de mi ser, cuando noto el calor, el tacto de las llamas que mientras salen de mi no me queman, esa danza y el color... de alguna manera hallo consuelo. Pero me estoy desviando del tema, como decía la última vez que me pasó eso, lo perdí todo, todo lo material que tenia en este mundo... y un hombre me trajo a este lugar extraño, un mundo en algún reino de la Umbra seguramente...

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